A solo un paso de las tinieblas
soy lo que no deseo
El hastío en los ojos mustios de un cuervo
escudriñando entre sahumerios
la indulgencia a la cólera que desvanece la visión del cielo
No puedo clamar para que la magia reviva un corazón aletargado
Esa voz no me pertenece
Se perdió en las notas de un sax viejo
que no pudo enmudecer porque le sobraba amor.